MUERTE A LA NAVIDAD
MUERTE A LA NAVIDAD
Papá Noel corría por las oscuras calles de una ciudad en llamas. Jaurías
humanas pasaron junto a él pero tuvo tiempo de esconderse detrás de un
contenedor ardiendo antes de que le viesen. Se le quemaron las manos al
apoyarse y se maldijo.
Estaba cansado, tenía flato y el traje destrozado, pero había
conseguido deshacerse de los perros que le habían mordido por todo el
cuerpo. Pensó en el pobre Rudolph con su naricita roja y en los demás
renos, siendo torturados y descuartizados por aquellas personas
enloquecidas.
Asomó la cabeza para ver si podía salir de su escondite para seguir
huyendo. Fue un error.
—¡Eh, está ahí! —gritó alguien.
De repente se vio rodeado de una multitud de hombres y mujeres
armados con hachas y cuchillos y bates de béisbol. Matrimonios que habían
dejado maniatados a sus hijos en la cama.
—¡Muerte a la Navidad! —decían a coro con ojos plagados de
telarañas rojas— ¡Muerte a la Navidad!
Papá Noel sólo pudo emitir un único y repetitivo pensamiento agónico
antes de que le molieran a golpes, le arrastraran por la ciudad en llamas y
le descuartizaran.
¡PUTA CRISIS!
Relato de Juan de Dios Garduño en Nocte de Paz publicado por NOCTE, Asociación Española de Escritores de Terror.
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diciembre 17, 2009 a 12:53 am
Pues podría ser de tu pluma mismamente.
pd. le encuentro ciertas similitudes con REC o con 28 días..
diciembre 20, 2009 a 2:00 am
La culpa es de los padres.
diciembre 23, 2009 a 12:18 am
De los padres que los visten como putas, Fet.
marzo 12, 2010 a 4:22 pm
Vaya, un placer haber colaborado con mi relato en tu blog. ¡Qué curioso!, me gusta, me gusta… felicidades por el blog